18 abril, 2025

Salud

4 min read

12 abril, 2025

La nutrición está plagada de mitos, que no sabemos de dónde han salido, pero están perpetuados en la historia. Todo el mundo tiene un amigo que le ha dicho que no se puede comer fruta después de las seis de la tarde, o que, si la comes de postre, te fermenta en el estómago. La verdad es que muchos de estos mitos son dignos de una serie de ciencia ficción, y ahora, con redes sociales como Instagram y TikTok, estos bulos y los mitos se propagan a la velocidad de la luz. Creo que, aunque dedicase toda mi jornada laboral a desmitificarlos, siempre habría un disparate nuevo que desmontar.

Así que, en esta ocasión, he elegido algunos de ellos para dar un enfoque científico a la nutrición, porque con tantísima información sin verificar a nuestro alcance, ya no sabemos ni a quién hacer caso, ni sabemos cosas tan básicas como si la fruta es buena. Vamos, pues, con una buena tanda de mitos alimentarios:

1.— “Beber agua con limón exprimido en ayunas ayuda a eliminar la grasa en orina”. Antes de nada, hay que saber que la grasa no se elimina por orina, sino que se oxida y se convierte en energía. Si se eliminase la grasa en orina, veríamos algo similar a gotas de aceite al hacer pis, y espero que eso no os pase. El proceso de oxidación de la grasa se llama lipólisis y nada tiene que ver con el zumo de limón.

Lo que sí puede ocurrir es que, si se bebe agua con limón cada mañana, se puede dañar el esmalte dental, ya que genera erosión de este, provoca más sensibilidad dental y mayor riesgo de caries. Así que sí, quieres seguir con esta práctica, por si algo eliminas, te sugiero que al menos uses una pajita para proteger tu esmalte dental, y si puede ser de las reutilizables mejor, y de paso cuidas el medio ambiente.

2.— “Una dieta vegetariana o vegana no es sana, es una dieta incompleta”. Por mucho que se repita, una dieta vegetariana o vegana, son perfectamente sanas si está bien planteada, lo mismo que una dieta omnívora. Que una dieta sea omnívora, vegetariana o vegana no la hace más sana de por sí, tiene que estar bien estructurada y adaptada a tus necesidades.

Lo que dice la ciencia es que las dietas basadas en más vegetales ejercen una función protectora frente a enfermedades cardiovasculares.

3.— “No se pueden cenar carbohidratos porque engordan”. La realidad es que todos los alimentos engordan, es decir, que tienen calorías, pero no tienen más o menos calorías según la hora a la que se ingieran. Supongo que el origen de este mito viene de la cultura de dieta, y no es más que una manera de restringir un grupo alimentario desde una franja horaria.

Los que aseguran que los guisantes, la pasta o el arroz engordan más si se cenan a si se desayunan, lo argumentan con que en la noche no hay actividad física, somos más sedentarios y luego nos vamos a dormir. Pero dormir no es lo mismo que estar inactivo: el cuerpo sigue gastando energía para mantener funciones vitales como la respiración, la circulación sanguínea y la regeneración celular.

4.— “El desayuno es la comida más importante del día”. El desayuno es una comida más, y no es imprescindible hacerla. Si te levantas con hambre, desayuna, pero si no es tu caso, no te fuerces. Es más importante la calidad nutricional del desayuno que se hace, que hacer un desayuno porque sí.

5.— “La fruta de postre fermenta en el estómago”. Sin duda, este es uno de mis favoritos, porque no hay por dónde cogerlo. La fruta nunca fermenta en el estómago, ni en ninguna parte; es en el intestino delgado donde se produce su absorción.

Además, para que haya un proceso de fermentación tiene que darse un ambiente adecuado, algo que no ocurre en el estómago. De hecho, si la fruta te fermenta en cualquier parte, por favor, no dudes en ir a urgencias.

Este mito, como tantos otros, viene de la cultura de la dieta. La fruta antes de comer, parece que no fermenta, pero no es más que un truco de nuevo, para reducir la ingesta posterior en comidas y cenas.

La fruta se puede y se debe consumir siempre, la que quieras y cuando quieras, sin restricciones.

6.— “Hay que hacer un detox de vez en cuando para depurar el cuerpo”. Las dietas detox no son más que otro engaño, que pretenden vender como extraordinario un proceso que ya hacen por sí mismos el hígado, los riñones, los pulmones y la piel. Estos órganos se encargan de filtrar y depurar el organismo, no necesitan ayuda extra en forma de batidos o smoothies.

Las dietas detox no son solo un timo, sino que son perjudiciales para la salud, ya que son deficitarias en nutrientes. Si decides hacerlas, notarás cierto adelgazamiento, pero en el bolsillo, el poco peso, que hayas perdido, volverás a recuperarlo cuando vuelvas a tu alimentación habitual.

Estos son solo unos pocos ejemplos de la desinformación que tenemos con la nutrición. Resulta realmente curioso y triste que algo tan básico como alimentarnos se convierta en algo tan difícil y, a menudo, contradictorio.

4 min read

06 abril, 2025

El trastorno por atracón (TPA) es, bajo mi punto de vista, de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) peor tratados. No es hasta el 2013 que se reconoce y se recoge en el DSM-V (Manual Estadístico de Enfermedades Mentales), aunque ya en 1959 se había descrito, pero dentro del marco de la obesidad y no como un TCA en sí mismo.

El TPA se estima que afecta a un 2-3% de la población española, siendo el TCA más común en la población adulta y, como no, de mayor prevalencia en mujeres. No quiero dejar de recordar que ser mujer es un factor de riesgo para desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria. Y que la presión estética, la cultura de dieta, hace que seamos más proclives a sufrir un TCA.

El TPA se caracteriza por episodios de atracones, en los que se consume una gran cantidad de comida, en un tiempo corto, con la sensación de falta de control y de voluntad, hasta sentirse incómodamente lleno. Durante estos episodios no se come por hambre, pero se consumen una gran cantidad de alimentos altos en calorías. No es casual que se elijan esos alimentos, los que la persona se prohíbe, porque cree que no debe comerlos. Las prohibiciones no se autoimponen, las dietas han hecho que la comida tenga carga moral y se divida en alimentos buenos y malos, y esto impacta en cómo nos sentimos, según elijamos unos u otros.

A diferencia de otro trastorno de la conducta alimentaria muy similar en las ingestas como es la bulimia nerviosa (BN), no hay purgas de ningún tipo, aunque si tendencia a la restricción, con la idea de compensar las ingestas de los atracones, como saltarse comidas, evitar alimentos o intentar hacer más ejercicio.

Los episodios de atracón se diferencian entre objetivos y subjetivos. Los últimos son aquellos en los que la cantidad de comida no es tan grande, pero la persona lo percibe así, por su falta de control. Por ejemplo: comerse una bolsa de patatas no es un atracón, pero si se come de una forma más impulsiva, se puede percibir como tal. No es tanto la cantidad de comida, sino la manera de comerla.

Estos episodios se ocultan y puede que ni los miembros de la propia familia con la que conviven sepan de ellos. Además, generan sentimientos de vergüenza y culpa, y un gran malestar con su cuerpo.

Se provoca una cantidad enorme de pensamientos en torno a la comida y el deporte, a lo largo del día, empleando mucha energía y tiempo en estos temas. Ese ruido mental les resulta tremendamente agotador. Es como vivir con la campana extractora de la cocina encendida, solo te das cuenta de lo molesta que es cuando la apagas.

Como consecuencia de los atracones, las personas con TPA suelen tener sobrepeso u obesidad, según lo que estima el Índice de Masa Corporal (IMC), muy estigmatizante para su tratamiento. El abordaje sanitario ha sido, y es, en muchas ocasiones, pesocentrista. Si se pone el foco en el peso, y no en el origen del malestar, y se sugiere la famosa fórmula de dieta y ejercicio, la consecuencia serán más atracones, culpa y frustración.

El estigma de peso y los estereotipos sobre él juegan un papel importante en su abordaje: ¿cómo va a tener alguien un trastorno de la conducta alimentaria si está en sobrepeso u obesidad? La realidad es que los TCA se dan en todas las corporalidades. De hecho, se tuvo que tipificar en el DSM-V la anorexia atípica como TCA, a aquella anorexia que no cursaba con un bajo peso, ni infrapeso.

Necesitamos que haya más formación y actualización en los entornos sanitarios y, por supuesto, trabajar con un enfoque de peso inclusivo y salud en todas las tallas (HAES).

En un TPA, se requieren unas pautas nutricionales que no sean restrictivas. La finalidad del tratamiento no es la pérdida de peso, sino que la persona que sufre este trastorno tenga una alimentación sana y flexible, con unas pautas de ingestas ordenadas. Por ejemplo, no pasar mucho tiempo sin comer, trabajar sobre mitos alimentarios, darle la confianza para que pierda el miedo a los comestibles, trabajar habitación alimentaria con aquellos productos que no se maneja, por las propias restricciones y mucha, mucha escucha y empatía. Detrás de cada trastorno de la conducta alimentaria, hay una persona sufriendo muchísimo.

Los atracones no son el problema, sino el síntoma que expresa que algo no va bien, y aunque son muy dolorosos, hay que verlos en la medida que se pueda como una manera que tiene el cuerpo de pedir auxilio. Esta visión, más funcional, ayuda a entender que no es ni un fracaso ni un retroceso si vuelven a aparecer. Es solo un viejo mecanismo que el cuerpo conoce, le resulta útil, y en ocasiones vuelve a él.

Los procesos de recuperación nunca son lineales, porque el aprendizaje nunca lo es. Para mí, como nutricionista, trabajar con pacientes que sufren trastornos de la conducta alimentaria, tiene que ver más con enseñarles a conocerse y respetarse que con una educación nutricional pura.

Marya Hornbacher, autora y periodista, dice en su libro Wasted: una memoria de anorexia y bulimia (1998), que esos dos trastornos que padeció le sirvieron de salvavidas. La comida no es ni será problema; la comida es solo un vehículo para gestionar cosas difíciles de tragar y, a veces, llevar el dolor al cuerpo hace que el alma duela menos.

3 min read

31 marzo, 2025

Definitivamente, la respuesta a la pregunta del titular es que no. No solamente no es dañino, sino que el entrenamiento cardio es muy recomendable durante la menopausia. Pero también se ha hablado mucho últimamente del entrenamiento de fuerza. Parece como si por hacer uno no pudieras hacer el otro, lo que, evidentemente, no es cierto.

El entrenamiento cardiovascular es un ejercicio con menor intensidad y que se realiza durante más tiempo. Los ejemplos habituales son caminar, nadar, correr o andar en bicicleta. Pero el ejercicio cardio se puede hacer también en el gimnasio y no solo en las máquinas cardio, existen programas para hacerlo en interior, además de los que se hacen al aire libre.

En cuando al entrenamiento muscular, al que se conoce como entrenamiento de fuerza, se hace con una intensidad y un descanso mayores. Pero también se puede hacer cardio con pesas, aunque en este caso las pesas deben ser más pequeñas y hay que hacer más repeticiones.

Para explicarte mi respuesta a tu pregunta sobre sí es recomendable el entrenamiento cardio durante la menopausia debo decirte que siempre hay que partir de una condición física buena de la mujer con menopausia porque en este periodo podemos encontrarnos asociados dolores o molestias e incluso algunas patologías.

Así que es muy importante que una mujer en esta época de su vida que quiera comenzar a hacer entrenamiento cardio o de fuerza regulados, es decir, no estamos hablando del típico paseo sino de un entrenamiento seriado que haces semanalmente, como te digo, antes de empezar debería hacerse un buen análisis para estar segura de que no hay ninguna condición que lo impida. No estamos hablando de un análisis que requiera grandes pruebas de laboratorio o grandes pruebas tecnológicas.

El ejercicio cardio se llama así porque mejora toda la salud cardiovascular. Mejora la contractilidad del corazón, es decir, que las imágenes del corazón y los vasos sanguíneos que obtenemos cuando se realiza entrenamiento cardio muestran una mejora. Mejora también la distribución sanguínea y la tensión arterial. Y esto es muy importante durante la menopausia porque la disminución de estrógenos puede tener efectos sobre la salud del sistema cardiovascular.

Además, el ejercicio cardio ayuda a controlar el peso. También durante la menopausia, el metabolismo tiende a ralentizarse, pero cuando haces un ejercicio regular, el metabolismo se acelera, por lo que se puede lograr controlar también la distribución de grasa. Otro aspecto en el que es beneficioso es que fortalece los huesos.

Un efecto añadido a la disminución de estrógenos es la disminución de la masa ósea porque se reduce la cantidad de mineral que hay dentro de los huesos. Por eso, en esa etapa de la vida de las mujeres aumenta el riesgo de osteoporosis. El ejercicio cardio regulado favorece la osteogenia, es decir, que estos huesos se fortalezcan.

Otra de las consecuencias de la menopausia que muchas mujeres llevamos fatal son los síntomas vasomotores, los típicos sofocos, y eso también pueden verse mejorado con el ejercicio físico. No estoy diciendo que hacer ejercicio vaya a quitar los sofocos, pero sí puede disminuirlos, sí puede ayudar.

Y si nos centramos en cuestiones como el insomnio, el estrés o la ansiedad, es decir, cuando hablamos de la salud mental, también se ha visto que mejora claramente cuando se realiza un ejercicio reglado. En este aspecto, las recomendaciones son entre 150 y 300 minutos de actividad cardio moderada o entre 75 y 150 minutos semanales de actividad intensa aeróbica vigorosa.

7 min read

25 marzo, 2025

Si vamos a comprar carne de pollo, es posible que nos encontremos pechugas con estrías blancas. Se trata de algo relativamente frecuente. Tanto, que quizá no le hayamos dado importancia y nos parezca de lo más normal. Pero en realidad es un problema que afecta a la calidad de la carne y que preocupa a los productores porque puede suponer notables pérdidas económicas.

Recientemente, esa preocupación se ha extendido también a la opinión pública, debido en gran parte a la publicación de un informe elaborado por la organización Observatorio de Bienestar Animal (OBA). En él denuncian que el 98% de la carne de pollo que se vende en Lidl tiene esa característica, conocida como miopatía de estrías blancas o white striping.

Las estrías blancas en la carne de pollo no comprometen su inocuidad

En los tiempos que vivimos, donde reinan los bulos, la desinformación y el clickbait, es fácil que esa información se tergiverse y nos llegue distorsionada. Así que lo primero que conviene aclarar es que consumir esa carne no supone un riesgo para la salud.

Se ha insinuado, por ejemplo, que esa anomalía de la carne se debe al uso de hormonas o antibióticos para el engorde de los animales. O incluso que es una muestra de que esos animales son “transgénicos”. Pero nada de eso.

Para empezar, el uso de hormonas y antibióticos como promotores del crecimiento está prohibido desde hace años. Actualmente, solo se emplean con fines veterinarios y su uso está mucho más restringido que en el pasado. Además, en caso de utilizarse, debe respetarse un tiempo de supresión, para que no estén presentes en la carne, y se realizan análisis para comprobarlo.

Tampoco los transgénicos tienen nada que ver con esa miopatía. De hecho, en la Unión Europea no se producen ni comercializan animales modificados genéticamente ni productos derivados. En realidad se trata de un problema relacionado con el crecimiento rápido de los animales.

El origen del problema

Las miopatías asociadas al crecimiento rápido de los animales se conocen desde los años cincuenta y esta en concreto se lleva estudiando con interés desde hace más de una década. Es decir, no se trata de algo nuevo, aunque sí es cada vez más frecuente. Por eso está recibiendo más atención en los últimos años, debido sobre todo a las pérdidas económicas que causa (puede suponer la pérdida de un 12% de la producción).

El mecanismo concreto que lleva a su desarrollo no se conoce con detalle, aunque sí se sabe que la principal causa es el crecimiento rápido de los músculos durante la cría. Las fibras musculares se desarrollan de forma desmesurada, a un nivel mayor y más rápido que el sistema vascular, de modo que no reciben suficiente sangre ni oxígeno. Así, son sustituidas por tejido conectivo y tejido graso, que forman esas estrías características de color blanco.

Es decir, no se trata de un problema asociado exclusivamente a una marca o a una cadena de supermercados, como en un principio sugiere el informe publicado por OBA, sino que se relaciona con el sistema de producción y más concretamente con algunas de las razas de crecimiento rápido que se utilizan. Así se reconoce en el propio informe, donde se señala que entre el 50% y el 90% de la carne de pollo procedente de razas de crecimiento rápido presenta esta miopatía, según diferentes investigadores (1, 2, 3).

Al parecer, OBA señala a esta cadena de supermercados porque es una de las grandes empresas distribuidoras que no se ha adherido al Compromiso Europeo del Pollo, como sí han hecho otras tales, como Carrefour, DIA, Eroski, Alcampo, El Corte Inglés, Aldi y E. Leclerc, o incluso Lidl en Francia.

Se trata de un acuerdo voluntario de mínimos apoyado por cerca de 40 ONG europeas, que incluye criterios relacionados con el bienestar de los animales, como limitar la densidad en las explotaciones a un máximo de 30 kg/m2 o adoptar razas que no sean de crecimiento rápido y muestren mejores resultados en lo que respecta al bienestar.

Diferente composición nutricional

Como ya hemos mencionado, este problema no compromete la inocuidad de la carne de pollo, pero sí produce un cambio en la estructura y la composición que afecta negativamente a su calidad comercial. Uno de los cambios más evidentes es su aspecto, con esas características rayas blancas que pueden apreciarse a simple vista.

Además, cambia ligeramente la composición nutricional. La organización OBA denuncia en su informe que la carne de pollo con estrías blancas contiene hasta un 224% más de grasa (aumentando las calorías de las piezas hasta un 21%), un 10% más de colágeno y hasta un 9% menos de proteínas. Así dicho parece una diferencia extraordinaria. Pero si nos fijamos en cifras absolutas, veremos que los datos no son tan escandalosos.

Por ejemplo, si hablamos de la composición grasa las diferencias pueden ir, desde el 0,8% de una carne convencional, hasta el 2,5% de una carne con estrías. Y lo mismo si hablamos de colágeno (1,3% en el convencional y 1,4% en el que presenta estrías) o de proteínas (23% en el convencional, frente al 21% en la carne con estrías). En el caso del aporte energético, puede aumentar unas 14 kcal. por cada 100 g. Es decir, sí hay diferencias estadísticamente significativas entre la carne de pollo convencional y la que está afectada por esta miopatía, de modo que esta última tiene un menor valor nutricional. Pero esas diferencias no tienen una importancia relevante en el conjunto de la dieta.

Peor calidad comercial

Esos cambios en la estructura y composición de la carne también tienen implicaciones tecnológicas y organolépticas. Por ejemplo, al contener más cantidad de grasa, su sabor es más fuerte, lo que puede causar rechazo entre algunas personas. Además, contiene menos cantidad de ciertos compuestos, como fosfolípidos e histidina, lo que puede repercutir negativamente en el aroma y el sabor.

Aunque lo más relevante es la diferencia en la textura. La carne con estrías blancas contiene más colágeno y una menor capacidad de retención de agua, así que pierde más jugos durante el cocinado, de modo que resulta menos jugosa, menos tierna y más dura.

Otras miopatías asociadas al crecimiento rápido

Los pollos de engorde rápido se asocian además a otros problemas relacionados con la salud y el bienestar de los animales, como cojeras, lesiones cutáneas y alta mortalidad. También con otras miopatías que se añaden a la que acabamos de describir. No ponen en riesgo la salud humana pero afectan negativamente a la calidad de la carne y causan pérdidas económicas por el rechazo de los consumidores:

  • Carne de madera, que recibe este nombre por la dureza y la firmeza que adquiere.
  • Carne de espagueti, que se llama así por la apariencia deshilachada que adquiere la carne debido a la pérdida de integridad de las fibras musculares
  • Miopatía pectoral profunda, que se asocia al aleteo excesivo de las aves y se puede manifestar con aspectos llamativos, como una coloración verde intensa en el interior de la pechuga, debido al desarrollo de necrosis
  • Carne PSE, que son las siglas de Pale (pálida), Soft (blanda) y Exudative (exudativa). Es decir, se trata de carne con color muy claro, textura poco firme y que pierde mucha agua durante el cocinado, de modo que queda seca y poco jugosa. Se relaciona sobre todo con el estrés previo al sacrificio.

Mayor bienestar implica mayor coste

A comienzos del siglo pasado el pollo era prácticamente un “subproducto” derivado de la producción de huevos, que se criaba en explotaciones familiares de pequeño tamaño. Se consideraba un manjar que se comía únicamente en fechas señaladas, como la víspera de navidad.

Los cambios en los sistemas productivos, favorecidos por el desarrollo de la ciencia y la tecnología, facilitaron la producción de pollo a gran escala, consiguiendo que su carne estuviera al alcance de cualquiera. El sistema de producción intensivo, y más concretamente, el desarrollo de razas de crecimiento rápido, mediante selección e hibridación de animales, consiguieron además que esa carne fuera muy barata. Para hacernos una idea, en el año 1957 el peso de un pollo de carne a los 56 días de edad era de 900 g, mientras que en el año 2005 era de 4.200 g. Estos avances no están exentos de inconvenientes que afectan, tanto al bienestar de los animales, como a la calidad de la carne, tal y como hemos visto.

Priorizar razas de crecimiento más lento y mejoras en el bienestar de los animales, mejoraría esa situación, aunque la reducción de la eficiencia supondría un encarecimiento del producto. Como consumidores debemos ser conscientes de que nuestras decisiones de compra modelan el sistema de producción. Así que, en este aspecto, conviene plantearse si podemos y queremos pagarlo.

NUTRIR CON CIENCIA es una sección sobre alimentación basada en evidencias científicas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho más que un placer y una necesidad: la dieta y los hábitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud pública que más puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de cáncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudará a conocer mejor la importancia de la alimentación y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal

2 min read

18 marzo, 2025

Si bien existe una gran diversidad de opiniones sobre si el desayuno es la comida más importante del día, la realidad es que, en cualquier caso, los expertos recomiendan no saltársela, si bien, no todo vale. Monique Tello, médica e investigadora de la Universidad de Harvard, advierte de que en la mayoría de los casos las personas no eligen alimentos sanos para desayunar y se decantan por opciones “rápidas” como es la bollería industrial.

En cualquier caso, lo más aconsejable es evitar los carbohidratos y los azúcares, ya que tienden a incrementar los niveles de insulina en sangre, dando lugar a una mayor acumulación de grasa corporal. Uno de los errores más frecuentes es la ingesta de tostadas con mantequilla y mermelada, uno de los desayunos por excelencia. Se trata de alimentos que pueden provocar un aumento del colesterol, llegando a obstruir las arterias.

De esta manera, el desayuno perfecto debe incluir frutas y verduras, cereales integrales, proteínas y grasas saludables como pilar fundamental. “No se trata de una moda ni de una opinión hippie. La evidencia es abrumadora”, indica Tello. Por ejemplo, puedes añadir un bol de fruta, yogur, cereales y frutos secos todos los días, puesto que esto te dará una gran cantidad de vitaminas y energía para afrontar el día.

Escoger las mejores opciones

Un estudio publicado en Proceedings of the Nutrition Society revela que las personas que se saltan el desayuno no obtiene los nutrientes esenciales que se necesitan a lo largo del día, los cuales incluyen: vitamina C, fibra, ácido fólico, hierro y otras vitaminas esenciales.

De esta manera, en cuanto a los alimentos ricos en carbohidratos es importante escoger siempre aquellos integrales, mientras que las fuentes de proteínas han de ser saludables y evitar las grasas saturadas, como las del aguacate. La avena es una de las mejores opciones para reducir el colesterol malo al igual que los huevos pueden ser una correcta fuente de proteínas.

No ingerir suficientes alimentos ricos en fibra, proteína y grasas saludables en las cantidades óptimas para cada individuo puede provocar una sensación de insatisfacción, haciendo que “piquemos entre horas”. También el horario de comidas puede influir en el aumento o pérdida de peso, ya que pueden verse alterados los ritmos naturales del cuerpo.

3 min read

12 marzo, 2025

En los últimos días se ha popularizado en redes sociales unas rutinas de mañana realmente extremas, cuya esencia se basa principalmente en levantarse muy temprano —prácticamente de madrugada—, hacer ejercicio intenso todos los días, desayunar saludablemente y ponerse a trabajar antes de las 9. Aunque puede tener como principal objetivo conseguir la máxima productividad y llevar un estilo de vida muy saludable, la realidad es que esta no es tan beneficiosa como parece.

Hace unos años, el experto en liderazgo Robin S. Sharma publicó el libro El Club de las 5 de la mañana. Controla tus mañanasimpulsa tu vida en el que ofrecía la clave para “sacar tu máximo potencial” e intentar elevar la productividad. Desde ese momento, no han sido pocos los que se han sumado a esta tendencia, llevándola incluso más al límite. Este es el caso del influencer Ashton Hall, el cual ha publicado en sus redes sociales una rutina que comienza levantándose a las 3:55 de la mañana y finaliza introduciendo por segunda vez la cara en un cuenco de agua con hielo, la cual no ha estado exenta de polémica.

Entre las prácticas que lleva a cabo este influencer está el mouth taping, que consiste en dormir con una cinta adhesiva en la boca, lo que podría implicar un mejor sueño, una reducción de los ronquidos, así como, en algunos casos, lograr cambiar la forma de la cara. No obstante, esta práctica puede conllevar algunos riesgos para la salud, especialmente para aquellas personas que presentan dificultades para respirar.

Efectos del mouth taping

Dormir con la boca tapada es especialmente perjudicial para aquellas personas con afecciones pulmonares o apnea del sueño, según afirma Indira Gurubhagavatula, profesora de medicina de la Universidad de Pensilvania y portavoz de la Academia Americana de Medicina del Sueño a National Geographic. Además de problemas respiratorios, el uso de cinta bucal puede provocar irritación en los labios.

En cuanto a levantarse muy pronto por la mañana, aunque puede ser especialmente positivo para aquellas personas más “diurnas”, también puede conllevar algunos efectos negativos en la salud, puesto que suelen llevar a cabo más actividades a lo largo del día, siendo propicias a sufrir más resfriados, jaquecas y dolores musculares, según un estudio elaborado por la Universidad de Westminster de Londres.

Por otro lado, la utilización de agua con hielo para lavarse la cara puede ser muy positiva para reducir la inflamación al promover el movimiento del flujo sanguíneo, especialmente después de pasar toda la noche durmiendo. Si bien, los expertos no recomiendan mantener la cara en agua con hielo durante demasiado tiempo, puesto que podría llegar a dañar la piel.

Deporte en ayunas

La práctica de deporte en ayunas también es algo muy popular entre personas que hacen ejercicio habitualmente. Sin embargo, aunque esto puede contribuir a la pérdida de peso, la realidad es que puede tener efectos realmente negativos en el organismo. Según el Instituto Internacional de Ciencias Deportivas, “la falta de combustible disponible en forma de glucosa puede resultar en una disminución del rendimiento, fatiga prematura, mareos, hipoglucemia y pérdida de masa muscular, especialmente si se prolonga durante mucho tiempo”.

La adopción de unas rutinas u otras depende en gran medida de las características, objetivos y obligaciones de cada persona en el día a día. Lo más aconsejable de todos modos es saber “escuchar a tu cuerpo” y procurar no obsesionarse con la productividad, ya que puede tener efectos sobre la salud mental.

2 min read

06 marzo, 2025

Amadas por la gran mayoría, las lentejas es uno de los alimentos más típicos de nuestra dieta mediterránea. Aunque podemos disfrutar de ellas en ensaladas o purés, la forma más habitual y la primera que se nos viene a la cabeza al pensar en ellas es su tradicional guisado. Algo muy parecido que ocurre con el resto de legumbres que conocemos, aunque, por supuesto, admiten grandes posibilidades.

Además de estar deliciosas, las lentejas son una fuente excelente de proteínas, minerales como el potasio, el calcio, el fósforo y el zinc, además de un aporte estupendo de vitaminas y fibra que nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal.

Ahora bien, aunque es cierto que el guiso de lentejas es la forma más habitual, quizás no es la más adecuada si lo que queremos es beneficiarnos de la lista que acabamos de escoger. ¿El motivo? Un nutricionista explica que la forma de cocinar las lentejas es crucial a la hora de mantener gran parte de sus nutrientes intactos.

Amadas por la gran mayoría, las lentejas es uno de los alimentos más típicos de nuestra dieta mediterránea. Aunque podemos disfrutar de ellas en ensaladas o purés, la forma más habitual y la primera que se nos viene a la cabeza al pensar en ellas es su tradicional guisado. Algo muy parecido que ocurre con el resto de legumbres que conocemos, aunque, por supuesto, admiten grandes posibilidades.

Además de estar deliciosas, las lentejas son una fuente excelente de proteínas, minerales como el potasio, el calcio, el fósforo y el zinc, además de un aporte estupendo de vitaminas y fibra que nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal.

Ahora bien, aunque es cierto que el guiso de lentejas es la forma más habitual, quizás no es la más adecuada si lo que queremos es beneficiarnos de la lista que acabamos de escoger. ¿El motivo? Un nutricionista explica que la forma de cocinar las lentejas es crucial a la hora de mantener gran parte de sus nutrientes intactos.

La forma de cocinar importa

En una entrevista para Telva, el nutricionista Alfredo Carpintero explicó que la mejor forma de tomar lentejas es en una ensalada. “La forma de cocinado más saludable es la que utilizan un menor porcentaje graso, es decir, al horno, cocidas, vapor, plancha”, explica el nutricionista.

Por lo general, cuando realizamos un guiso de lentejas, se suele utilizar una gran cantidad de grasas para acompañar y aumentar el sabor, como chorizo, morcilla. Lo ideal sería añadir a las lentejas otras fuentes de fibra, como verduras, y proteínas como el pollo.

1 min read

Curabitur aliquet quam id dui posuere blandit. Mauris blandit aliquet elit, eget tincidunt nibh pulvinar a. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Nulla quis lorem ut libero malesuada feugiat. Pellentesque in ipsum id orci porta dapibus. Donec sollicitudin molestie malesuada. Nulla porttitor accumsan tincidunt. Pellentesque in ipsum id orci porta dapibus. Cras ultricies ligula sed magna dictum porta. Proin eget tortor risus.

Praesent sapien massa, convallis a pellentesque nec, egestas non nisi. Pellentesque in ipsum id orci porta dapibus. Cras ultricies ligula sed magna dictum porta. Nulla quis lorem ut libero malesuada feugiat. Proin eget tortor risus. Proin eget tortor risus. Donec sollicitudin molestie malesuada. Quisque velit nisi, pretium ut lacinia in, elementum id enim. Cras ultricies ligula sed magna dictum porta. Mauris blandit aliquet elit, eget tincidunt nibh pulvinar a.

Curabitur aliquet quam id dui posuere blandit. Mauris blandit aliquet elit, eget tincidunt nibh pulvinar a. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Nulla quis lorem ut libero malesuada feugiat. Pellentesque in ipsum id orci porta dapibus. Donec sollicitudin molestie malesuada. Nulla porttitor accumsan tincidunt. Pellentesque in ipsum id orci porta dapibus. Cras ultricies ligula sed magna dictum porta. Proin eget tortor risus.