7 junio, 2025

Día: 22 mayo, 2025

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22 Mayo, 2025

El Mante, Tamaulipas. – El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, corroboró el avance que lleva la construcción de la carretera Mante-Ocampo-Tula, la cual traerá múltiples beneficios como menor tiempo de traslado, menos consumo de combustible y una región más competitiva en el ámbito económico y comercial.

El secretario de Obras Públicas, Pedro Cepeda Anaya, acompañó en el recorrido de supervisión al titular del Ejecutivo estatal, constatando el avance de la autopista con un 82 por ciento, tras recorrer los 1.8 km del túnel que lleva el nombre del exgobernador Américo Villarreal Guerra.

El titular de la dependencia estatal mencionó que esta vía conectará el Pacífico mexicano con el puerto de Altamira, además de facilitar el flujo de bienes y servicios en la zona sur de la entidad y la región huasteca.

“Esta es una gran obra que viene a detonar el progreso y desarrollo de Tamaulipas, ya que este tramo carretero de casi 107 kilómetros será clave para la conectividad en nuestro estado al proyectar un Tránsito Diario Promedio Anual (TDPA) mayor a los 3 mil 500 vehículos”, expresó el servidor público.

Apuntó que como infraestructura destacada de la carretera figuran 22 puentes, entronques y zonas de casetas, pasos de fauna para preservar el entorno natural, así como el túnel, el cual será uno de los cinco más largos de México.

“Esta carretera conectará a miles de personas, brindándoles mayor seguridad, rapidez y eficiencia, permitiendo a los habitantes del Bajío y centro del país estar más cerca de las bellezas naturales de Tamaulipas”, refirió el secretario.

Cepeda Anaya destacó que esta zona es una región rica en ecoturismo y áreas de gran belleza natural; por ello, cada kilómetro de esta vía se convierte en una de las más importantes de México.

Agregó que este proyecto se construye con responsabilidad ambiental, además de crear más de 5 mil empleos directos e indirectos, impulsando así las oportunidades de progreso para la población tamaulipeca.

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22 Mayo, 2025

La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó este jueves por estrecho margen el megaproyecto el polémico plan fiscal impulsado por el presidente Donald Trump, que incluye un impuesto de 3.5 por ciento a remesas de migrantes, y que ahora pasará a discusión en el Senado.

El plan, bautizado por Trump como el “gran y hermoso proyecto de ley“, pasó con una mayoría de 215-214 tras una larga sesión nocturna y luego de que congresistas republicanos conservadores, contrarios a la legislación por considerar que aumenta el déficit, sostuvieran varias reuniones con la Casa Blanca para llegar a un acuerdo

El voto final se realizó a primera hora de la mañana, al cierre de una maratónica negociación de más de 24 horas, que comenzó poco antes del mediodía del miércoles, con los republicanos centrados en cerrar diferencias.

Ahora pasará al Senado de EE.UU., donde será debatido por la mayoría republicana, con la intención de que llegue al Despacho Oval de Trump antes del simbólico 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense.

El megaproyecto de ley incluye la extensión de las exenciones fiscales de Trump en su primer mandato (2017-2021) y añade nuevas rebajas, como las exenciones a las propinas y a los pagos para comprar automóviles fabricados en Estados Unidos.

Incluye un incremento en los fondos para el manejo fronterizo y la aplicación de la dura política migratoria del presidente republicano, así como restricciones a los programas de ayuda de comida y de asistencia sanitaria Medicaid y Medicare, entre los temas más polémicos en las negociaciones.

También estipula un aumento en el límite de exenciones a impuestos locales y estatales, otro de los puntos de discordia entre legisladores.

Según la más reciente proyección de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO en inglés), el proyecto de ley sumará 2,4 billones de dólares en 10 años a la deuda nacional, que actualmente se estima en más de 36 billones de dólares.

Para compensar este gasto, la legislación busca recortar la financiación a programas de seguridad social en más de 1 billón de dólares en 10 años.

Analistas advierten que la nueva legislación podría imponer recortes de unos 500 mil millones de dólares al Medicare para mantener el déficit dentro de los márgenes legales fijados por el Congreso.

De acuerdo con las limitaciones propuestas, unos 8,7 millones de personas en el país podrían quedar sin cobertura médica del Medicaid, según la CBO, una oficina sin afiliación política que lleva la contaduría del Capitolio.

Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, han insistido en que estos recortes están dirigidos a terminar la cobertura a “inmigrantes ilegales que se aprovechan” de estas ayudas.

Estas restricciones al Medicaid han sido uno de los puntos de desacuerdo más agudos entre el ala centrista y conservadora del Partido Republicano. Los conservadores piden recortes más agresivos e inmediatos, mientras que los moderados se manifiestan preocupados por la afectaciones que traerían a sus distritos.

Estos desencuentros amenazaron con demorar la aprobación del megaproyecto de ley en la Cámara y provocaron advertencias por parte del mandatario republicano, quien visitó el Congreso para reunirse con los miembros de su partido contrarios a la propuesta.

En la tarde de este miércoles, Trump convocó a la Casa Blanca a los legisladores todavía reacios a aceptar la legislación y horas después, los indecisos cambiaron su postura.

El plan también incluye un polémico impuesto del 3.5 por ciento a las remesas enviadas fuera del país, que han provocado nuevas críticas de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que lo considera “una injusticia” y una acción “discriminatoria” que afectaría a los migrantes mexicanos en EE.UU.

También busca recortar programas de energía limpia impulsados por el expresidente Joe Biden (2021-2025) y subidas de impuestos a universidades.